sábado, 28 de marzo de 2009





"En invierno los copos revolotean; pero acaban encontrando su lugar en el suelo."

(es un pensamiento de la filosofía oriental)


Lo han dejado en Inuit y me ha emocionado tanto que lo he puesto aquí para cuando tenga un poco de tiempo hacer alguna reflexión.


A media mañana:

Me imagino que soy esos copos de nieve que caen suavemente dejándose llevar por la brisa de las palabras de Codórniu.
No me importaría nada no saber hacia dónde me llevarían, ni en qué lugar me posarían al estremecerme, en ese orgasmo ingrávido, al ritmo de su revoloteo en mi corazón.
Me imagino cómo sería una carta de amor escrita por él. Creo que la plenitud cristalina y luminosa de sus voz me convertiría en un copo inmensamente gozoso que, al posarse en el suelo, o en las ramas, o en las hojas, o en los tejados, haría un plafffffffff, plufffff, ploffff de infinitos y diminutos algodoncillos placenteros que contagiarían a los que fueran acariciados por estos pequeños destellos de felicidad.

Uffff qué fuerte es esto de las emociones, del imaginar y del desear...
y los copos siguen viviendo sus orgasmos en la liviandad de la caída....


(se escribió en invierno)

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