
Hay días que me acerco los dos dedos que normalmente cogen los cigarros y me los pego entreabiertos en los labios, aspiro una gran calada y expiro su nada, entre tanto miro ensimismada el cielo en el clímax del acto...
Y te me apareces con toda tu grandeza
acto íntimo mío
ausencia que abarcas el mundo
devorando las colillas
en la soledad de mis cenizas.
Magnolias a la invisibilidad del humo.
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