sábado, 5 de septiembre de 2009





Llegas

como de puntillas

con la respiración contenida

la mirada acomodada en el silencio

perpleja

desdibuja cualquier matiz de duda

pero tu voz

carece de la más leve vibración sonora

impresiones visuales

que no disipan brumas

-en cualquier caso-

las mías.