
Mi columna vertebral
no entiende de fronteras
ni meridianos
ni de espacios acotados.
La primavera eclosiona
nada ni nadie la recluye ni la encarcela
así en el amor y los afectos
libres
se posan y nos besan
sólo nos queda
ante su presencia
aceptar la evidencia de la fuerza de su existencia.
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