martes, 28 de abril de 2009

Ferrodiario del viernes (la autoría de la palabra es de Codorníu)

Cercanías. imágenes google



Tiene sesenta y tres años pero podría pasar por menos. Hace doce que enviudó y desde hace tres viernes nos encontramos en el mismo vagón y a la misma hora. Pienso que el horario obedece a sus necesidades, pero la elección del vagón tiene un interés de encuentro.

Es vitalista, alegre, charlatana, pero con gracias, con modulación y soberanamente entretenida. Me cuenta, nos cuanta, porque los cuatro que vamos en el asiento mostramos un interés bastante intenso, algunos se permiten intervenir, sonreír, pero no pasamos desapercibidas, menos mal que tenemos algún interés de contenido para el entorno. A esas horas de la noche, sobre las diez, el tren va abarrotado hasta Mataró, ahora que viene el buen tiempo casi hasta Calella.

Ayer, me contaba la historia de su gata, entre otras muchas cosas. Su gata, no me acuerdo del nombre, soy tremendamente desmemoriada en fechas, números....Su gata necesitó biberón durante tres meses porque se negaba a comer sólido, a saber los motivos íntimos de esta gata anorexia, desde ayer sé que existe leche para gatos.Esa gata de pecho blanco y lomo gris, según me comentó su dueña, sufre de una alergia gatuna resistente y persistente, que le levanta el pelo y no hay forma de solucionarlo con tratamientos. Le gusta comer pienso del bueno y chópez de pavo de la marca Campofrío. No quiere ninguna otra marca y cuando tiene necesidad de estas delicatessens maúlla delante de la puerta del frigorífico. Me imagino una anuncio de pechuga de pavo con la gata de Ana y una sonrisa de una ternura casi iluminada se apodera de mis labios.

Escucho a Bach ( concierto para oboe y violín en do menor, Bww 106o)y en estos momentos ni carne ni huesos me atan a esta forma corpórea.



No hay comentarios: