Foto: Magnolias en el jardín
Querido Códorníu,
Te nombro así porque en mi interior existe un sentimiento cálido, entrañable, protector y compasivo cuando te intuyo.
Entrañable Codorníu, no lo sabes, pero te explico que estos días he estado en una casa muy acogedora con un grupo de amistades que hicimos este verano por aquellos horizontes navegables. Es un casa rehabilitada en les Borges de......En su amplio jardín, con piscina, había un banco casi recostado en la fachada principal de la antigua casa Cuando lo vi, mi inconsciente pensó sin pensar, supo sin saber, que su silenciosa presencia reclamaba una fotografía. Creo, incluso, que todos los espectadores inanimados del tranquilo lugar sabían, antes que yo, que la foto tendría un destinatario oculto, nuestro entrañable, recoleto, tímido y silencioso Codorníu ..... El hombre de las letras que acarician y que vive ajeno a la dimensión de su vibración en los demás, sus lectores. Creo que el color del banco fue acertado, el del mar a rodales, de líquenes a modo de pequeñas incrustaciones y vegetaciones marinas. Él tampoco sabía de dichas sincronicidades. Fíjate Codorníu, hasta el color y los efectos se alían para la causa.
Un abrazo de luna entre las hojas de una morera de un jardín.
PD: Gracias por la felicitación en el día de la madre
Magnolias en el jardín
Entrañable Codorníu, no lo sabes, pero te explico que estos días he estado en una casa muy acogedora con un grupo de amistades que hicimos este verano por aquellos horizontes navegables. Es un casa rehabilitada en les Borges de......En su amplio jardín, con piscina, había un banco casi recostado en la fachada principal de la antigua casa Cuando lo vi, mi inconsciente pensó sin pensar, supo sin saber, que su silenciosa presencia reclamaba una fotografía. Creo, incluso, que todos los espectadores inanimados del tranquilo lugar sabían, antes que yo, que la foto tendría un destinatario oculto, nuestro entrañable, recoleto, tímido y silencioso Codorníu ..... El hombre de las letras que acarician y que vive ajeno a la dimensión de su vibración en los demás, sus lectores. Creo que el color del banco fue acertado, el del mar a rodales, de líquenes a modo de pequeñas incrustaciones y vegetaciones marinas. Él tampoco sabía de dichas sincronicidades. Fíjate Codorníu, hasta el color y los efectos se alían para la causa.
Un abrazo de luna entre las hojas de una morera de un jardín.
PD: Gracias por la felicitación en el día de la madre
Magnolias en el jardín
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