lunes, 7 de septiembre de 2009

Oia

El dolor tiene nombre, Ariel. Hasta los árboles resecos suplican, en oración sentida, las brisas de los dioses; la sanación de las heridas, tan profundas como abisales, de la madre huérfana de su retoño. El blog es: Derretidos de odio


Deseo que tu aguas se llene de caballitos de mar , corales, algas, conchas, pececillos de colores juguetones...... que las aguas saladas de tu llanto se transformen en Vida renacida en tu corazón.



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