Pero esta que veis no soy yo, aunque estoy resfriada. Supongo que no seré una de las que ha cogido esa fiebre tan peligrosa que corre por el cielo y aeropuertos. Pero ésta de los pañuelos, soy yo. Se me puede seguir la pista sin ser un buen rastreador. A vista de pájaro se divisan unos montículos, a modo de pequeños iglús, a lo largo y ancho de la casa que me dejo olvidados, siempre involuntariamente, porque mis escasas luces están ocupadas en reinos de niebla, en historias sin argumentos y en columpios sin cuerdas.
Me siento cansada, muy resfriada y perdida. Me desanima este sin brillo que me define, esta mediocridad que me aplasta, esta nada honda. Soy como un caldo aguachado con una pastilla de avecrem para disimular su insipidez. ¡Qué asco! Mañana será otro día.
Me siento cansada, muy resfriada y perdida. Me desanima este sin brillo que me define, esta mediocridad que me aplasta, esta nada honda. Soy como un caldo aguachado con una pastilla de avecrem para disimular su insipidez. ¡Qué asco! Mañana será otro día.
1 comentario:
hola me paso
muy buen blog
adios
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