
Foto tomada de goole
Recuerdo que esperaba a mamá en pijama en las escaleras de casa a que llegara de la plaza con la compra del día. Mamá se ausentaba cuando dormíamos y nos dejaba solos al abrigo de sábanas y mantas; pero algunos días al despertarme y llamarla y no encontrar como respuesta sus palabras y su voz, saltaba de la cama, bajaba las escaleras a toda prisa, recorría descalza las estancias de la casa, comedor, cocina, lavabo y con el impulso colmado por la angustia abría la puerta de la calle y la esperaba sentada en el "tranco"*, a veces, en pleno invierno; así me lo parecía porque sentía mucho frío y tiritaba.
Esperé o me senté o pasé muchos momentos en el escondite de unas buenas escaleras en penumbra. Pasado muchísimos años, sigo buscando el consuelo recoleto de unas escaleras en los momentos de desorientación o simplemente para descansar de tantas nadas.
La oscuridad, el frío del escalón, esas posición semi fetal, todas esas sensaciones inespecíficas, pero densas, y a veces inquietantes.... Una escalera, una infancia, un útero protector y el vagar en la perdida irreconciliable.
Estoy triste.
Así nombramos, los de casa, al escalón de la puerta.
Esperé o me senté o pasé muchos momentos en el escondite de unas buenas escaleras en penumbra. Pasado muchísimos años, sigo buscando el consuelo recoleto de unas escaleras en los momentos de desorientación o simplemente para descansar de tantas nadas.
La oscuridad, el frío del escalón, esas posición semi fetal, todas esas sensaciones inespecíficas, pero densas, y a veces inquietantes.... Una escalera, una infancia, un útero protector y el vagar en la perdida irreconciliable.
Estoy triste.
Así nombramos, los de casa, al escalón de la puerta.
2 comentarios:
Ya veo que andamos bastante similar de sentimientos.
Ha amanecido un nuevo dia y no me pregunteis por qué pero hoy mi cara refleja un semblante algo triste, algo como de ver las cosas demasiado distantes, demasiado extrañas, demasiado complicadas.
Esperaré a que pase porque el tiempo dicen que todo lo cura, aunque para mi el desinterés de demasiadas cosas no se calma con el paso del tiempo.
Un fuerte abrazo, quizás asi no estés tan triste
John,
Es que a veces la emotividad, la sensibilidad, el navegar por la vida sin objetivos que nos hagan sentir o el tener ideales inalcanzables, nos hacen sentir sin motivos para la alegría; el exceso de reflexión o interiorización, nos hace más vulnerables a todo, pero como diría hace muchos años alguien sabio: El día tiene veinticuatro horas, todas diferentes. En un día existen 84.600 segundos, todos diferentes, y no por ello el día pierde su finalidad. A lo largo de éste suceden cosas, se nace y se muere, se sufre y se ama, se trabaja y se disfruta del ocio, llueve, hace sol, sopla el viento, pasan nubes, cantan los pájaros y así a lo largo todo el día que es una parte de un año, de décadas, de siglos, de milenios.....
La tristeza con un abrazo sincero y compasivo es una delicia.Gracias
Magnolias a una semana de las vacaciones viajeras.
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