Todos nos tenemos que morir.Vamos muriendo casi sin sentir nada especial, pero hay una muerte que nadie conoce ni sabe, que se te amanece y se te anochece como el día, que tiene sus horas y sus momentos. Una muerte insignificante, pequeña, muy de uno, que casi ni se escucha; pasa desapercibida como si una alma en pena la traspasara y nos quedara una sensación imprecisa de ella. Un poso nublado en la mirada. Hablamos de una muerte sin materia, pero con sustancia. Una muerte que nos vive mientras respiramos y se extingue cuando desaparecemos.... pero uno sólo se puede morir si está vivo..
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